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Estoy intentando aprender sobre esto y me resulta complicado.Sigo adelante...

lunes, 7 de noviembre de 2016

Museo de Antropología

Comparto un texto expositivo que escribí en la cátedra de Taller II del Profesorado en Español de la Facultad de Lenguas; sin duda, una de las más lindas...esas clases a las que nunca querés faltar...

Buenas razones para visitar el museo


¿Es posible conocer cómo vivían 8000 años atrás o quizás más, los primeros pobladores?

Aunque te parezca imposible, mucho de ese pasado tan lejano existe hoy en nuestro presente; y, un extraordinario lugar para conocerlo es justamente el “Museo de Antropología de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Nacional de Córdoba.
El museo abre sus puertas. Te permite conocer infinidad de elementos que han sido reunidos y conservados por muchísimos años. Además, podrás comprender otros modos de vida y valorar el esfuerzo y el trabajo de muchos pueblos que, con recursos muy diferentes de los que nosotros tenemos actualmente, se las ingeniaban para llevar adelante sus vidas.

Podrás imaginar y sorprenderte, pero por sobre todo, descubrir cuán importante es cuidar y respetar todo aquello que forma parte de nuestro “patrimonio cultural”, es decir, el legado que nos dejaron nuestros antepasados.

Cabe preguntarnos ahora qué es la Antropología y qué tareas realizan los antropólogos.
La Antropología es la ciencia que estudia al ser humano en sociedad, esto es, el desarrollo de la diversidad humana desde sus orígenes: su evolución, organización, modos de comportamiento y modos de vida; su lengua y su cultura, en diferentes espacios geográficos a lo largo del tiempo.

Como verás, es una ciencia cuyo campo de conocimiento es muy amplio, ya que estudia al hombre desde todos los aspectos de su vida. Por este motivo, existen especializaciones y ramas de la Antropología que colaboran en este ‘estudio global’ del ser humano. Entre ellas, las más conocidas son: - La Antropología Social, que trabaja con las comunidades pasadas y también con las contemporáneas, es decir, del presente; - la Antropología Biológica o Bioantropología, que estudia todo lo referido a la biología humana en el marco de la evolución; y, - la Arqueología, que intenta reconstruir la historia de las culturas a través de los vestigios y restos materiales encontrados.

Estas ciencias, sumamente importantes e interesantes, relacionan y conectan sus investigaciones; luego, se ponen en común y se exhiben cuidadosamente en el museo para que podamos conocer gran parte del resultado de estas apasionantes tareas.

Desde 1940 el antiguo Instituto de Arqueología, Lingüística y Folklore comenzó a recolectar bienes arqueológicos a partir de los llamados trabajos de campo. El   antropólogo se vale del trabajo de campo y de la observación para desarrollar teorías que puedan explicar una realidad social determinada que difiere mucho de una cultura a otra, porque las sociedades, los pueblos y las personas que las conforman son muy distintas entre sí.

En los sitios arqueológicos, los arqueólogos recuperan valiosos objetos y es a partir de su análisis que harán interpretaciones con el fin de conocer las diversas prácticas de la vida cotidiana de las personas.
Los objetos encierran múltiples significados, son representativos de una cultura; han sido generados y transformados para ser utilizados ante variadas necesidades: alimentarse, abrigarse, expresarse, adornarse, etc. En otras palabras, esto es lo que se conoce como cultura material; los restos que han quedado bajo tierra y que son pacientemente recuperados encierran una información invaluable: “la riqueza del comportamiento humano”.

Valle de Ongamira.

Precisamente, uno de los sitios arqueológicos más importantes de la provincia de Córdoba es el Valle de Ongamira, en la región de Punilla. Aquí, las primeras excavaciones se realizaron entre los años 1940 y 1950, y se continúan en la actualidad. Se cree que las comunidades más antiguas habitaron allí hace 10.000 años; sociedades nómades de cazadores y recolectores. La variedad de vestigios encontrados da cuenta de que múltiples grupos se desplazaban (tal vez) por ese lugar en distintos momentos.

Armar la secuencia de la ocupación humana y conocer la historia indígena de aquellos pobladores de las Sierras Centrales remite a un relato de valentía y tragedia de un pueblo que ya se había asentado en dicho lugar. Ongamira, tierra comechingona, debe su nombre al cacique Onga (Unga) que, junto a su pueblo, en el año 1574, enfrentó a las tropas españolas que pretendían apoderarse de sus tierras y de su gente. El cerro conocido como Charalqueta, uno de los más elevados de la región, fue escenario de una cruenta batalla donde murieron 1800 nativos. Los que resistieron hasta el final, acorralados por los españoles, saltaron al vacío desde lo más alto; el último recurso de un pueblo que no cedería jamás ante el invasor.” Hoy, Ongamira entraña una belleza digna de ser respetada”.

Actualmente, muchos descendientes de nuestros pueblos originarios recuerdan y recrean costumbres, danzas, ceremonias… La diversidad cultural y lingüística presente en muchas regiones de nuestro país nos invita a conocer y aprender de otras culturas.


Finalmente, el museo se transforma en un lugar de encuentro: podemos experimentar la magia de aquel pasado, tomar contacto con nuestra historia y aprender en nuestro presente.



Fuente de las imágenes: museoantropologia.unc.edu.ar/

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